La colonización de las
tierras del Partido de Merlo arranca casi desde la propia fundación de Buenos
Aires en 1580, formando parte desde entonces del Pago de Las Conchas. Estas
tierras conformaban una inmensa llanura surcada solo por alguna que otra senda
o rastrillada y eran habitadas por tribus Pampas y Querandíes.
En 1730 se crean los
primeros Pagos o Curatos en la campaña bonaerense. La existencia de una
parroquia en terreno propiedad de don Francisco de Merlo determinó que se la
designara parroquia interina del flamante Curato. Dicho paraje quedó
comprendido en el de La Matanza y parte de Las Conchas, que abarcaba la extensa
planicie comprendida entre los ríos Matanza y de las Conchas (hoy río
Reconquista), llegando hacia el oeste hasta las costas del río Salado, el cual
fue durante muchos años frontera natural contra el indio. Desde 1738 don
Francisco Javier de Merlo gestionó la creación de un pueblo junto a la capilla,
basando su pedido en el hecho de que el mismo podrá llegar a ser un importante
hito para viajeros en tránsito de Buenos Aires a Chile y Perú.
Tres años más tarde, aun
cuando la creación no había sido decretada, la capilla fue albergue de varias
familias que huían de los malones indígenas, las que pasado el peligro se
radicaron en las tierras inmediatas, cedidas a tal fin por el propio Merlo y
construyeron un respetable vecindario. El 28 de agosto de 1755 don Francisco
recibe la autorización legal para la fundación, en este importante Pago, de la
población que denominó Villa de San Antonio del Camino, origen de nuestro
progresista Partido de Merlo.
Por esos años, el pueblo de
Merlo formaba parte de la primera línea de fronteras, juntamente con los de
Magdalena, Morón, Villa de Luján y Areco. Años después, hacia 1770, la línea de
fronteras se trasladaba hacia el Salado apareciendo poblaciones como Monte,
Navarro y Lobos.
A partir de ese momento, las
tierras que conformarán nuestro "Pago Marianense" serán transitadas
permanentemente por españoles y criollos, milicianos, blandengues y colonos, en
largas caravanas que partiendo de Buenos Aires pasaban por Morón, Merlo, para
luego dirigirse hacia los fortines de Lobos y Navarro.
Pasan los años, y a
comienzos de 1810 don Juan Pedro Córdoba, importante vecino de las afueras de
Buenos Aires, pide a las autoridades del Cabildo que se le otorguen tierras en
propiedad, por los servicios prestados al Estado durante las invasiones de los
años 1806-1807. Es así como en 1819, toma posesión de una fracción de terreno,
lindera con: al NO el río Las Conchas; al NE las tierras del Hospicio de
Nuestra Señora de la Merced; al SO los terrenos de Villamayor (hoy Marcos Paz);
y al SE terrenos de Las Temporalidades. Abarcaban estas tierras unas 8 o 9
leguas cuadradas. En 1830, doña Mercedes Córdoba, hija de don Juan Córdoba,
vende al Presbítero don José Julián de Gainza y San Martín una fracción de su
propiedad que limitaba con: al frente con el río Las Conchas; al fondo con las
tierras de Anchorena y de Villamayor; al O los terrenos de don Gregorio Zamudio
y Santos Correa; y al E con las tierras de Gómez.
Años después, en 1847, don
Julián de Gainza y San Martín vende a don Juan Antonio Cascallares, su estancia
del distrito de Morón, limitaba por: el frente por el río Las Conchas; al fondo
por las estancias de don Juan Ortiz de Rosas, con Nicolás Anchorena y don
Vicente Villamayor; al O por las tierras del mismo Gainza y la familia
Talaverán; y al E por las tierras de don Miguel Gómez.
El 16 de agosto de 1909
Rodolfo Posse le compra a Antonina Cascallares un campo de 759 hectáreas, en
representación y nombre de la Compañía General de Tabacos, de la que era su
vicepresidente y que según los estatutos de la empresa, en ausencia del presidente,
disponía de iguales deberes y atribuciones que éste.
El campo tenía los
siguientes linderos: por el O el camino que une Moreno con Marcos Paz; por el
SO con las tierras de don Patricio Bracken; por el SE con el camino de Merlo a
Marcos Paz; por el NE con los terrenos de los señores Senillosa y Cohen.
La compra de las 759
hectáreas se hizo en cuatro cuotas y la Compañía tomó posesión del campo en la
segunda quincena de noviembre. El 2 de septiembre de 1909 la empresa tabaquera
firmó un convenio con el Ferrocarril del Sud por el cual se comprometía a
tramitar ante el gobierno nacional el traslado de la estación Mariano Acosta
entonces situada en el kilómetro 34, 880 al kilómetro 40, aproximadamente, y
una vez conseguida esa autorización debía pagar 50.000 pesos m/n. Todo esto
formaba parte de la promoción de la marca de cigarrillos habanos “Mitre”.
La Compañía a tal efecto organizó
un concurso para premiar a los fumadores de dichos cigarrillos con un lote de
terreno en “Villa Posse” a cambio de la entrega de 500 marquillas vacías con la
estampilla fiscal. En todo momento, la Compañía supedita el plan fundacional al
traslado de la estación ferroviaria. Según su concepción, sin el traslado de la
estación el plan fundacional era un fracaso. El gobierno nacional el 9 de
diciembre de 1909 autoriza el traslado y al año siguiente comienza la fundación
real de Villa Posse que coincide con la edificación material de las primeras
casas de la Compañía –también sorteadas en un concurso- y de la propia estación
ferroviaria. Por su parte, la Municipalidad de Merlo el 11 de julio de 1910 aprobó
el trazado de los planos de Villa Posse. Es decir, que Villa Posse, origen de
Mariano Acosta, nace con la estación, y viceversa, en el Año del Centenario de
la Patria.
Finalmente, la Dirección
General de Ferrocarriles autorizó librar al público el servicio de la estación
Mariano Acosta el 15 de noviembre de 1910, fecha histórico-fundacional que los
marianenses conmemoramos, destacando con ella la importancia determinante que
ha tenido la estación ferroviaria en todo el posterior desarrollo de nuestra
ciudad.
MARIANO ACOSTA
Mariano Acosta nació en Buenos Aires, el 8 de septiembre de 1825, hijo de
José Francisco y de Magdalena Santa Coloma. Hizo sus primeros estudios en el
Colegio de San Francisco y los continuó hasta la Universidad.
Interrumpió su carrera de Derecho por su oposición A rosas y
viajó por Europa. La batalla de Caseros le permitió regresar a la patria y de
inmediato incorporose a la política. En mayo de 1852 fue elegido diputado a la Legislatura por la
octava sección electoral de la Campaña.
Formó parte de la comisión redactora del proyecto de
Constitución del Estado de Buenos Aires de 1854. El año anterior participó con
el grado de teniente del tercer batallón de Patricios en la defensa de la
ciudad sitiada por el coronel Hilario Lagos. Vuelto a la Legislatura , acompañó
como secretario a Juan Bautista peña, Dalmacio Vélez Sarsfield y Manuel Ocampo
en la celebración de Amistad y Comercio con la Confederación Argentina
suscrito en Paraná el 8 de enero de 1855. Fue ministro de Gobierno durante la
brillante administración de don Mariano Saavedra, de 1862 a 1866.
En su carácter de diputado actuó en numerosas comisiones: de ayuda a los
heridos y enfermos de la Guerra
del Paraguay y de las familias de los guardias nacionales movilizados en esa
campaña; de estudio y aprobación de ramales ferroviarios, etc. Fue, además,
miembro consultivo del ferrocarril Oeste, entonces propiedad del Estado
bonaerense. En cinco ocasiones desempeñó la presidencia del Banco de Provincia.
Durante su gobernación inició y terminó las obras del canal de San
Fernando, de la Casa
de Justicia y cárcel de las ciudades de dolores y de San Nicolás, y de la
penitenciaría de Buenos Aires. Igualmente, hizo construir la Biblioteca Pública
de Morón y el nuevo Hospital de Hombres, fundó la Escuela Agronómica
de Santa Catalina, y numerosas primarias. Creó el partido de Saladillo, aprobó
los trazados de los pueblos de Mar del Plata y Almirante Brown, e inauguró las
obras de saneamiento de la capital en mayo de 1874. Secundó con dignidad y
eficiencia a Nicolás Avellaneda a lo largo de su borrascoso pero constructivo
gobierno de seis años. Presidió la comisión encargada de repatriar los restos
del general San Martín, perteneció a diversas instituciones de beneficencia y
cultura, y en 1885, con José Manuel Estrada, fue uno de los fundadores del Comité
de la Unión Católica.
Falleció en Buenos Aires el 17 de septiembre de 1893 y está sepultado en el
convento de San Francisco.
Juan Carlos Astolfi, Historia de la Escuela Normal de Profesores
Mariano Acosta, Buenos Aires, Asociación de Ex Alumnos de la Escuela Normal de Profesores
Mariano Acosta, 1974, pp. 12-13.
(Extraído de Horacio Enrique Poggi, Juan
Posse, el tabaquero mitrista. Origen y fundación de Mariano Acosta, Buenos
Aires, Editorial Dunken, 2013, pp. 86-87).
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